Después de las breves vacaciones navideñas, volvemos por aquí con muchas fotos que enseñar, nuevos proyectos y la agenda del 2014 que ya va llenándose. Muchísimas gracias. Espero que hayáis pasado unas buenas fiestas!
Entre las últimas sesiones de recién nacidos que hice antes de Navidad, estaba la de Víctor. Su sesión ha sido la más larga que he hecho hasta el momento, casi 7 horas (parando para comer algo)! Normalmente los padres se asombran cuando les digo que las sesiones de recién nacidos tienen una duración aproximada de unas cuatro horas, pero cuando vienen a hacer la sesión lo entienden todo. Siempre, siempre, nos adaptamos al ritmo del niño. La prioridad es su bienestar y yo tengo muuuucha paciencia ;) Así que lo mejor es cogerlo con calma y no ponerse nervioso. En el caso de Víctor, sus padres no podían creer lo que veían, ya que en su entorno habitual era muy dormilón. Pero ya se sabe que ellos también tienen sus días… Al final yo creo que por puro cansancio se durmió y aprovechamos entonces para hacer unas fotos preciosas de este bollito.
Ah! También tengo que decir que es el bebé más pequeñito que ha pasado por el estudio. Víctor nació casi un mes antes de lo previsto y era chiquitín, chiquitín. Tuve que ingeniármelas para adaptarle los gorritos y en las fotos con sus papás creo que se ve bien la proporción. Mil gracias por todo! <3