Creo en la importancia de los detalles y en las fotografías que tienen magia. Aquellas imágenes que te hacen parar, que te traspasan. Creo en las fotografías que son relatos. 

Hola, soy Irene y soy narradora
de historias.

Nieta de unos abuelos artistas, recuerdo mi infancia llena de pinceles, hilos y olor a pintura. Cualquier material era bueno para improvisar funciones teatrales en medio del garaje, con una familia que secundaba todas las ideas de esta cabecita loca. No fue hasta la adolescencia cuando conocí la fotografía y el amor por la cámara fue creciendo al mismo tiempo que lo hacía yo. Descubrí la mejor herramienta para contar mis historias infinitas. 

Como mamá de Marco y Bruno la fotografía ha cobrado otro sentido, más profundo si cabe. Ellos son lo mejor de mi vida y no quiero perder ni un detalle de cómo son. Crear sus álbumes de fotos es mi regalo para ellos. 

En definitiva, la vida me ha llevado a la fotografía infantil porque adoro trabajar con niños. Su inocencia, su magia y su espontaneidad los convierte en perfectos protagonistas de las historias más sinceras. Conectar con mis pequeños clientes es el trabajo más maravilloso del mundo. 

Si tú también eres un soñador, has
venido al sitio indicado.
Bienvenido.