Los primeros días de un bebé son únicos y pasan muy rápidamente entre papeleo y revisiones médicas. El reservar una mañana para su primera sesión de fotos no es solo una bonita forma de inmortalizar ese momento sino una experiencia para toda la familia. Dedicar unas horas simplemente a disfrutar de esta nueva etapa que estáis viviendo, la llegada de vuestro bebé.
Además de que soy mamá de dos peques, llevo más de 10 años fotografiando bebés recién nacidos junto a sus familias. Nada me hace más feliz que empezar vuestro álbum familiar y me siento una privilegiada por formar parte de esos primeros días en la vida de un bebé.
En mis sesiones, el bebé es el protagonista. Cada pose y cada detalle se planifican cuidadosamente para que el foco principal sea el recién nacido y su bienestar, respetando sus necesidades en todo momento.
Cada sesión es única, dentro de mi estilo natural, sin grandes elementos de atrezzo. Utilizo una paleta de colores suaves y neutros que complementan la piel del bebé. Un recién nacido no necesita más para capturar unas fotografías tiernas y atemporales.