Marc vino al estudio con dos meses, pero había nacido prematuro. Siempre aviso a los papás de que pasados los quince primeros días, conseguir estas fotos es muy difícil, pero su caso era especial. A ellos les hacía mucha ilusión y yo siempre digo que por mi no hay problema por intentarlo todo. En este caso nos costó dos mañanas, pero al final lo conseguimos y es una gran satisfacción ;)
Me encantan las fotos con los papás, me parecen especialmente tiernas. ¿Quién no querría tener una foto así? Son unos momentos únicos e irrepetibles, no los dejéis pasar!