Después de un par de meses, os dejo por aquí la sesión del pequeño Daniel.
Daniel es un buenazo que se portó de maravilla. Aunque al principio se resistió un poquito, al final de la sesión estaba tan a gusto que pasaba de un cesto a otro casi sin enterarse. Nueve días de ternura y una hermana mayor muy atenta consiguieron que la sesión saliera rodada. Y es que con los hermanos mayores nunca se sabe… pero tengo que decir que los que me tocan a mi son pacientes, pacientes.
Gracias papis por venir desde tan lejos y disfrutar la sesión como nadie! Nos vemos pronto :)