Aleix llegó dormido y se fue dormido, y aunque en esas 3 horitas de por medio nos dio un poco de guerra, en realidad fue tan bueno que yo me lo hubiese quedado para mi! : ) Pudimos hacer bastantes cambios de atrezzo y poses, e incluso pude probarle todos los gorritos que veis, hechos en casa con mucho cariño.
En definitiva, los papás tienen un recuerdo precioso de sus primeros días de vida. A veces veo a bebés a los que les hice su sesión de newborn y que ahora tienen 3 o 4 meses y no deja de sorprenderme lo distintos que son y lo rápido que crecen.. así que cada vez le encuentro un significado más especial a estas sesiones. Ah, atentos a las fotos con los papás. Hay taaaaanto amor ahí!